La Policía Nacional ha detenido a un total de siete personas, seis hombres y una mujer, todos ellos de etnia gitana, por su participación en sendos delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas, en el tiroteo acontecido en la noche del domingo en el Complejo Hospitalario de Ourense (CHUO).
En un primer momento, miembros de la Policía Nacional detuvieron a Daniel G. B. y Moisés G. B. como presuntos autores de los disparos que alrededor de las 23:30 horas se produjeron en la entrada principal del CHUO, con resultado de dos personas heridas de escasa consideración que ya fueron dadas de alta médica, Eduardo M. J. y Francisco M. G.
Posteriormente, tras confeccionar las correspondientes diligencias y haber tomado declaración a víctimas y testigos, se ha podido determinar su participación en los hechos de otras cinco personas, que también fueron detenidas, todas ellas familiares de los dos primeros detenidos. Todos ellos pasaban a disposición judicial este martes. Cuatro de los detenidos cuentan con antecedentes por distintos motivos.
La presencia de dos mujeres embarazadas, ingresadas en dos plantas distintas del hospital, parece ser el origen del tiroteo, aunque la disputa entre dos clanes de la misma etnia gitana y con vínculos de parentesco entre sí procedía de un tiempo anterior, informan desde la Subdelegación del Gobierno en Ourense. Agresores y agredidos son originarios del poblado de A Fontela, en Maside.
Según datos de la Policía Científica, se produjeron 12 disparos, procedentes de escopetas y rifle, alcanzando los proyectiles la fachada del edificio y el interior del vestíbulo. Testigo de excepción ha sido el vigilante de seguridad del complejo, que observó cómo los ocupantes de un vehículo Fiat Punto y de un Ford Focus efectuaban los disparos.
Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, con la colaboración de Guardia Civil y Policía Local de Ourense, establecieron entonces un operativo que dio como resultado la localización en el casco viejo ourensano de un bulto que contenía dos escopetas de caza y un rifle. También con apoyo de la Guardia Civil, se articuló un dispositivo de seguridad para garantizar que no se reprodujese un episodio similar en el poblado de Maside.
LLa investigación continúa abierta y, bajo la dirección del titular del Juzgado de Instrucción de Guardia, se están llevando a cabo las gestiones para llegar al pleno esclarecimiento de lo ocurrido.