Parada de Sil cumplió con la tradición de honrar cada año a San Benito, con la romería que se celebra en el monasterio de Santa Cristina y en el vecino pueblo de Castro. La afluencia fue mayor que en ediciones anteriores, como lo atestiguaban el gran número de vehículos estacionados en las proximidades del paradisíaco enclave. El acto central de la mañana tuvo lugar a las 12 con una misa solemne oficiada en el interior de la iglesia del cenobio, cantada por la coral “Aqua Música” que se ha convertido ya en un clásico, puesto que ha participado en esta jornada otros años.
Los romeros acompañaron con gran devoción al santo durante la procesión y al final tuvo lugar la tradicional subasta de gallos. La imagen fue llevada por fieles que expresan así su identificación con la festividad y con el santo.
La parte religiosa dio paso luego a la celebración gastronómica en el camping. De la amenización de la fiesta profana se encargó la charanga “Brétema”, de Celanova. La presencia de un puesto de rosquillas y otro de roscas de Sober contribuyeron a ensalzar el ambiente festivo. Por la tarde, nueva actuación de “Brétema”, interpretando piezas bailables en el pueblo de Castro, diversión de la concurrencia.
De la organización y cuidado de la buena marcha de la romería se encargaron los voluntarios de Protección Civil, cuya participación fue decisiva para contribuir para evitar los bloqueos de tráfico dada la complejidad de los accesos hasta el monasterio de Santa Cristina debido a la angostura del terreno.